jueves, 11 de noviembre de 2010

Torres de Quart

Llevan en pié 550 años, han sido testigo de tres guerras (la Guerra de Sucesión, 1713-1744; la Guerra de la Independencia, 1808-1814 y la Guerra Civil, 1936-1939) y son, actualmente, el único testigo de la Muralla e Valencia, junto con las Torres de Serranos.

Construidas entre los años 1441 y 1460 por Pere Compte y Francesc Baldomar, en estilo gótico tardío militar, trataban de imitar el arco del Triunfo del Castel Nuovo de Nápoles, en aquél entonces, un hito de las conquistas de la corona aragonesa en la península itálica. En su fachada aún presenta las huellas de las guerras que han presenciado: los más pequeños, de las balas de la Guerra Civil, los más grandes, de los cañones de Napoleón. Aún así, han sido restauradas recientemente, eliminando algunos impactos y, de paso, el hollín producido por el tráfico que había recubierto su base.



Castel Nuovo di Napoli
Su nombre proviene de que, en un pasado, estas puertas daban al camino por dónde se llegaba al municipio de Quart de Poblet, entonces lejano y hoy en día integrado en la conurvación de la ciudad. Su función, como la de toda puerta de una ciudad amurallada, era impedir el paso de los enemigos en caso de un ataque. Para ello, cuenta con un hueco en el techado de su portal por dónde los valencianos atacaban a los ejércitos invasores en caso de que intentaran bolcar las puertas de la ciudad.

Las Torres desde Ciutat Vella.
El conjunto está formado por dos torres y una balconada que une ambas. Por delante presentan un aspecto cilíndrico hacia la Avenia Guillén de Castro,  mientras que su espalda se muestra desnuda al casco antiguo, en plena Calle de Quart, Barrio de Ciutat Vella, enseñando la estructura nervada de sus cinco bóvedas internas.

Las Torres son un símbolo para todos los ciudadanos y, desde su terraza, pueden divisarse los tejados de todo el centro, comprendiendo porqué en el siglo XV se conocía a Valencia como la Ciudad de las Mil Torres, y es que, aunque hoy en día le hagan sombra todas las torres de viviendas, de entre las calles del casco antiguo sobresalen decenas de romnánticos campanarios y agujas medievales.

La visita es gratuita, se puede hacer en un rato corto y merece mucho la pena.

Cómo llegar: desde la Plaza de la Virgen, cogiendo la Calle Caballeros y siguiendo recto hasta encontrártelas enfrente.

Horario: de martes a domingo, de 9:00h a 18:00h.

Por Chrístopher Casas

1 comentario:

  1. Hacéis que valga la pena pararse en sitios por los que uno pasa día tras día casi sin detenerse a ver la belleza que esconden, gracias!

    Àlvar

    ResponderEliminar

Comenta qué hay en tus manos: